''Dime de que presumes y te diré de que careces'' La Formación Reactiva como Mecanismo de Defensa

No hay duda que en las últimas decadas se ha demostrado que lo que ocurre en nuestra psique se ve directamente reflejado en lo que pasa en nuestro cuerpo, de lo anterior surge la idea de que muchos de nuestros movimientos se vuelven psicosomaticos, es decir, movimientos que realizamos de manera inconsciente originados por impulsos reprimidos o conflictos en nuestra mente. Nuestro movimientos corporales en este sentido se convierten en un acto intencional dirigido a modificar nuestra relación para con el mundo exterior, y también como un lenguaje inteligible. 

     Los mecanismos de defensa tienen como objetivo encubrir, reprimir o alterar la percepcion que tenemos de nosotros o de los demás, son estrategias empleadas de manera inconsciente para protegernos de un exceso de ansiedad que producen los conflictos de la vida diaria y que al estar presentes en la mente también están presentes en nuestro cuerpo. Es en este punto que nuestro estudio de las señales no verbales adquiere mayor relevancia, ya que a través de este, podemos identificar de que mecanismo se trata.

     La FORMACIÓN REACTIVA es el fundamento de nuestro famoso dicho, se produce cuando el individuo siente un impulso que no quiere mostrar a los demás y lo encubre mostrando exactamente su contrario (todo esto de manera inconsciente). Por ejemplo aquella persona con poca autoestima que ante los demás se dice fuerte y narcisista, camina erguido, con la barbilla hacia arriba mostrando orgullo, el pecho hacia afuera y mirando a los demas de arriba hacia abajo, la clave para detectar que estamos frente a este mecanismo de defensa es la exageración de los movimientos coporales y de lo que se presume verbalmente. Otros casos se presentan también en aquel que se siente amenazado por sus deseos sexuales y los invierte en emprender una cruzada contra la pornografía u otra persona que abrumada por impulsos agresivos adopta una conducta servicial y amigable. 

Es importante señalar que graves problemas aparecen cuando este impulso latente permanente adormecido y sin resolver, continua creciendo hasta convertirse en una potente fuerza negativa que puede ser autodestructiva o puede desarrollar la falta de emotividad hacia los otros.